Les saveures du palais (2012) es el título original de este film de nacionalidad francesa inspirado en la historia de Danielle Deupech, quien fue durante dos años la cocinera del Presidente de Francia. Se trata una libre versión del libro publicado por ella donde relata las experiencias vividas en ese tiempo.
Qué come el presidente de la nación gastronómica por excelencia a nivel mundial, quién le prepara la comida, cómo es la cocina del palacio Elíseo, cuáles son las intrigas que se tejen entre quienes cohabitan en ese espacio; son algunos de los asuntos que aborda esta hermosa película.
Hortense Laborie, una cocinera de pueblo, cuyas recetas y preparaciones tenían el auténtico sabor de la cocina tradicional francesa, aprendida en los fogones de sus antecesoras (abuela y madre) representaba justamente lo que el presidente deseaba comer: comidas sencillas, los sabores de la tierra y en resumen “lo mejor de la Francia de sus abuelos”, una Francia que ya no existe.
Un presidente que se presenta sin nombre ni apellido, sino como una figura de hombre anciano cordial y apegado a tradiciones culinarias, pide que le contraten a una persona para su cocina particular, situación inédita ya que existe allí una gran cocina central que sirve al palacio en general. Es así, como se contrata a Hortense Laborie, quien llevaba una vida de pueblo plantando trufas en un punto geográficamente distante y totalmente alejado de la política.
Entra esta mujer en un mundo masculino y politizado, que no tarda en reaccionar a su presencia, única mujer que hasta el momento había desempeñado tal función. La cocina de Hortense es un espacio dedicado única y exclusivamente a la atención del presidente y sus cercanos. Separada de la cocina central del palacio, cuyo chef llevaba más de treinta años en la función, por lo que se siente desplazado y amenazado. Su envidia se transforma en una serie de tramas intrigantes orientadas a descalificar tanto la cocina como a la persona de Hortense.
Las imágenes de esta película nos transportan a una cocina impecable, una mujer conocedora del oficio, exquisita en el trato a sus subalternos, correcta en su relación con el empleador presidente de la república quien en algún momento se acercó sigiloso a la cocina a tomar un bocadillo y expresar su gratitud e intercambiar conocimientos culinarios con Hortense.
La reconocida actriz Catherine Frot encarna a Hortense Laborie, en una actuación limpia y de gran estilo interpretativo y sobre todo con mucho carácter. Las experiencias de esta mujer en su paso por esta cocina son realmente interesantes y nos llena la vista de sus extraordinarias preparaciones culinarias.
El presidente para quien cocina, interpretado por el actor Jean D’Omerssson, es un personaje sin nombre en el film, pero está referido al expresidente François Mitterrand, según la historia real que se versiona en la película.
Pasar la vista por una gran cantidad de platos tradicionales, caseros, convertidos en manjares de un importante palacio presidencial, constituyen la gran ganancia de ver esta película.
Escuchar a Madame Laborie recitar los procedimientos, en un hablar para sí misma, mientras prepara los menús del presidente es una escuela de gastronomía francesa tradicional de la mas alta gama.
Tramas intrigantes tipo “bullying”, que se tejen en el film obviamente dan cuerpo a su desarrollo dramático, sin embargo desde el punto de vista de la gastronomía, esto pasa a un segundo plano.
Quiero invitarles a “degustar” este film y les aseguro que pasarán un lindo rato enterándose de lo que come un presidente de la nación cuya cocina es de las más exquisitas y apreciadas del mundo.
Finalmente quiero compartir los links de los blogs que me han servido de referencias para esta reseña
http://www.elespectadorimaginario.com/la-cocinera-del-presidente/
https://www.netflix.com/ar/title/70270877
https://elpais.com/elpais/2013/03/25/gente/1364235637_973199.html